Del Peso

Muchas veces comienzo a leer un libro con la mamonería por delante. Intento analizar la prosa, los personajes, el núcleo del relato, blablabla yadayadayada. El mundo me dio una bofetada hoy, así que yo creo que no voy a hacerlo. Tanto.

Comencé un libro que ya tenía tiempo de querer leer que se llama "La luz que no puedes ver" de Anthony Doerr. Empecé de mamona y lo clasifiqué en YA, así que no esperé gran cosa tampoco.
Es una lectura que atrapa fácil, entretenida y no, a pesar de lo que diga una de los comentarios que leí en goodreads, la prosa no es nada destacable ni del otro mundo pero tiene un buen ritmo. Los capítulos son muy cortos y vamos saltando entre las perspectivas de varios personajes.

El problema fue como a la mitad del libro, porque ahí comencé a atar cabos y deduje cual sería el final. Porque no podía ser de otra manera. Igual quería saber como llegaban a mi grandiosa deducción. En algún punto ya le sonreía al libro, cantando victoria y cuando el kindle pregonaba que me faltaba 10% del libro estaba segura. Craso error.
En menos de 5 paginas me rompió el libro.

Aunque ese no es el punto de este post, solo quería comentar eso.

En algún punto el libro me dejó pensando en el destino (tocan el tema un par de veces). He de confesar que me encanta y a la vez me repugna pensar que todo lo que hacemos está decidido. Que cada instante, cada suspiro y cada palpitar ya está escrito; que no importa que hagas, el resultado ya se sabe. Que tranquilidad saber que todo es lo que debió haber pasado. Que asco saberme esclava con cadenas invisibles, con hechos que no podría haber cambiado por mucho que lo intentara.

Igual también me gusta pensar que la gente llega cuando debe llegar, que las cosas pasan por algo y que cuando alguien/algo te hace ruido en la vida es porque debe de hacerlo.
Que contradicción que no me gusten mis cadenas pero aún así me siento más tranquila creyendo que están ahí.

¿En verdad estamos aquí porque así debe de ser?
Es muss sein ¿no? Kundera habló de eso en "La Insoportable Levedad del Ser", como le damos un peso a cosas que creemos que deben de ser, sin detenernos a pensar que quizá sean felices coincidencias. Que en realidad no existe un Es muss sein, sino somos nosotros dándonos esa seguridad de que no existe otra manera y que por lo tanto estamos haciendo lo que se supone debemos estar haciendo.

Barajear la posibilidad de que hay mundos infinitos también es bastante interesante. Mundos donde hicimos otras decisiones y nuestra vida es algo totalmente diferente. El eterno ¿qué hubiera pasado si? se apropia de esas posibilidades.

La realidad es que sólo en situaciones como esta es que me pongo a pensar en ello, me gusta más no cuestionarme abiertamente si debe ser o no. Mejor dejemos que fluya ¿no?

Comentarios

  1. me intriga por qué te quebró y sobre el destino... más vale encontrar un buen infiernito para gastar bien la pólvora...

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    1. Tiene mucho que ver con que es realmente fácil conectar con los protagonistas. Cerca del final hay un plot twist que no me esperaba en absoluto y eso fue lo que me llegó.
      El infierno llegará a mi, de eso estoy segura ;)

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